No dejes que termine el día, sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías, sí, pueden cambiar el mundo.
La vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores, el silencio.
No te resignes.
Valora la belleza de las cosas simples. Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas.
No traiciones tus creencias, porque... no podemos remar en contra de nosotros mismos:
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas.